Queridos alumnos y apoderados, el objetivo de este blog es recibir sus opiniones, comentarios, sugerencias, que la tecnología de hoy nos sirva para acortar las distancias Dirección-Comunidad Educativa, y no para alargarlas. Les invito cordialmente a escribir sus opiniones, para mi son muy valederas. Agradecido de antemano, su Director: Juan Carlos Campos Pinto.

sábado, 19 de julio de 2008

La excelencia en la educación

¿En que ambiente se puede conseguir la excelencia en la educación? Ante todo en un ambiente de confianza y personalización. Sabemos que los padres tienen su misión y que no deben dejar de lado al chiquillosaunque él ya esté en Enseñanza Media.

Pero los profesores, nosotros? ¿Cómo debemos actuar en el día a día?

Los docentes, inspectores, orientadores, incluso paradocentes y auxiliares debemos buscar el “mirar a los ojos”, entregar modelos positivos y alegres, alabar y reconocer lo bueno del alumno, no comparar con otros (algo muy importante), exigir a cada uno, escuchar antes de hablar, son pautas que crean un ambiente favorable.


¿Cómo ser un buen educador?


Los educadores por vocación son aquellos que cuentan los temas con una fascinación tal, que prenden la atención del alumno y éste jamás logra sacar de su memoria las historias sabias contadas en la sala de clases

A través de mi vida escolar, hace mucho tiempo, tuve muchos buenos maestros, otros malos y algunos definitivamente mediocres, que tomaban el camino de las malas notas para castigar el futuro brillante del estudiante que iniciaba su vida escolar.

El profesor de Historia era uno de mis favoritos, nos contaba las cosas como se fuera una película de acción, sus penso, intriga, engaños, asesinatos, y de conclusión, analizábamos el proceso histórico a través de lo contado, clases muy atractivas.

La profesora Andres González era enojona, pero brillante. Con ella se desechaba el miedo a opinar, y preguntar, pues su trabajo final era una manual de rigor. Sus clases no aburrían y, por el contrario, ese rostro duro que aparecía tostado por el sol de las 12 del día, me encandilaba como alumno y me abría los más amplios conocimientos que me quedaban pendientes.

Son muchos buenos profesores que llevarían páginas completas mencionar (como dice un cliché).

Y este es el llamado que me realizó cuando me miró al espejo todos los días, como hay que actuar, que hacían mis profesores de la infancia, qué hubieran dicho, ¿cómo reencantar a los alumnos, apoderados, profesores, día tras día?

La pregunta me la hago todos los días, en algún momento me la responderé, o quizás ya la estoy aplicando.